Colón estaba convencido de que podía alcanzar el lejano oriente más rápido navegando hacia el oeste. Tras varios intentos buscando patrocinio, al final, tras la toma de la ciudad musulmana de Granada, los Reyes Católicos decidieron financiar aquella aventura, en 1492. Las carabelas La Niña y La Pinta y la nao Santa María partieron con 90 tripulantes a bordo hacia mares desconocidos el 2 de agosto.
Pasada la media noche del 11 de octubre, Rodrigo de Triana avistó tierra desde La Pinta. Nunca encontró el soñado tesoro, y como casi todos los grandes exploradores, murió pobre en 1506 en Valladolid. Falleció, además, creyendo haber llegado a la India. Fue Américo Vespucio el que descubrió que aquel era otro continente.
Fernando de Magallanes lloró de alegría cuando consiguió pasar del Atlántico al Pacífico tras cruzar el estrecho que tomaría su nombre. Ante un vasto mar con aguas tan tranquilas declaró que, el hasta entonces conocido como el mar del Sur se llamaría Pacífico.
A pesar de no ser un hombre de mar (iba camino de convertirse en pastor protestante) Darwin embarcó a sus 22 años en el bergantín Beagle, capitaneado por el arrogante Robert FitzRoy. Corría diciembre del año 1831. El capitán pretendía hacer una exploración por la costa este de Sudamérica durante dos años, pero la travesía se convirtió en una vuelta al mundo que duró cinco y en el que el padre del evolucionismo recopiló todas las piezas del puzle que, más tarde, configurarían la teoría de la selección natural.
A 54 bajo cero, Scott y sus cuatro compañeros de expedición arrastraban el cansancio tras 1.400 kilómetros recorridos. De pronto, vieron un pequeño punto en medio de la inmensidad de nieve: era la bandera de Noruega. La expedición inglesa inmortalizó el momento con una foto en el que todos los rostros reflejan rabia, agotamiento y frustración.
Desde la Luna Neil Armstrong miró su planeta, y con sólo levantara el pulgar pudo ocultar la Tierra. Se sintió muy pequeño. El primer hombre en pisar la Luna nunca se sintió cómodo con la aureola de héroe americano que le tocó cargar hasta el 25 de agosto de 2012, cuando murió a los 82 años. Daría la Luna por recobrar mi anonimato, llegó a decir.