En la epidemia del cólera las medidas que se implementaron fueron la intensa higiene personal, hervir el agua antes de tomarla, lavar bien los alimentos y cocinarlos bien, tristemente los fallecidos eran enterrados rápidamente y desde 1992 el Estado inicio obras de saneamientos básicos.
Los esfuerzos estatales fueron reconocidas a nivel internacional, afortunadamente el Perú logró tasas muy bajas de letalidad por cólera, logrando que menos del 1% de los enfermos muriera, pero la media subía en las zonas rurales, como la selva y Cajamarca, donde subió a 6 y 10%, respectivamente.
Actualmente la pandemia del Covid-19 nos obligo a mejorar nuestra salud personal debido a su fácil propagación.
Para reducir nuestra vulnerabilidad ante la Covid-19 debemos usar obligatoriamente mascarilla, mantener nuestra distancia cuando sálganos de casa, mantenerse al corriente con las vacunas, lavado constante de las manos con agua y jabón y monitorear nuestra salud ante posibles síntomas.
Si llegamos a contagiarnos, podemos hacer uso de un oxímetro, porque nos permitirá observar nuestra saturación de oxigeno para medir la gravedad en la que nos encontramos y prevenir futuras consecuencias fatales.
Todas las epidemias y pandemias causaron estragos en la población peruana impulsando avances médicos y salubres, pero también enormes desafíos sociales y económicos en su tiempo, por ello debemos entender que tenemos que ser responsables y obedecer los protocolos de bioseguridad.