Camila ¿sabías que la familia es un pilar fundamental para el desarrollo integral de los niños y las niñas?
Sí, precisamente estaba leyendo un articulo donde se exponía que la familia es el primer agente educativo, por que es aquí donde los niños aprenden sus primeras pautas de crianza, los valores y las normas que lo ayudarán a convivir dentro de una sociedad
Así es, además de educar, cuidar y atender sus necesidades básicas también se encarga de socializar los roles sexuales.
Exacto!!¿Pero sabías que las familias pueden ser afectadas por el contexto?
¿Cómo así?
Ven y te explico.Según Bronfenbrenner hablando de su teoría ecológica, él nos explica que los seres humanos somos seres sociales y nos desarrollamos teniendo en cuenta los contextos en los que nos desenvolvemos, por ejemplo los niños y niñas adquieren sus primeros aprendizajes y socialización en el seno familiar a esto se le conoce como Microsistema.
Pero, también existen otros contextos como las escuelas y la misma comunidad donde el niño también socializa y adquiere información ya sea de diferentes culturas o creencias que quizás no van acorde a lo que ha aprendido en casa. Esa relación que existe entre escuela, familia y pares se le conoce como Mesosistema.
Es decir, ¿que pueden haber ciertas afectaciones en los aspectos cognitivos, moral y emocional?
Sí , pero también hay una serie de eventos que afectan directamente a las familias como: la violencia, la ausencia de los padres en la educación de los hijos , los medios tecnológicos, aspectos económicos aun las mismas exigencias de la sociedad.
Por eso es importante que los padres tengan participación en los procesos educativos de los niños y niñas.
Un niño seguro donde las emociones estén bien canalizadas, es un niño que no va tener fracaso escolar.
Claro que sí, porque la familia es el primer entorno donde los niños adquieren sus primeros aprendizajes y desarrollan las diferentes dimensiones socio-afectiva,física y cognitiva que sirven como puente al momento de ingresar a la escuela. pero todo esto depende de los vínculos de apego y la calidad de vida que los padres le den a sus hijos.