Minos reunió a su ejército y se dirigió a Atenas para atacarla y éstos le propusieron un tratado de paz y aceptaron unas condiciones.
Vale, con una condición, si alguien derrota al Minotauro quedaremos libres de este tributo.
Como no estáis dispuestos a luchar, debéis pagarme con un tributo. Cada nueve años tenéis que mandar a Creta siete jóvenes y siete doncellas para alimentar al Minotauro.
Dos veces se había pagado ya el precio e iban a realizar un sorteo para ver quienes eran los próximos en ser sacrificados. Teseo, el hijo del rey de Atenas habló.
Bieeen.
Al día siguiente, Teseo y sus compañeros se adentraron en el laberinto. El Minotauro mugía de hambre.
Me ofrezco a ser sacrificado para intentar librar a Atenas de este tributo.
Teseo se embarcó con sus compañeros y ya en Creta permanecían custodiados en una vivienda confinada por un jardín en el que Fedra y Ariadna (hijas del rey Minos) solían pasear. A sus oídos habían llegado la fama y la belleza de Teseo, sobre todo a Ariadna.
Fedra
Como será Teseo.
Ariadna
Cuando Ariadna se encontró a Teseo paseando, le entregó un ovillo de hilo y un puñal, arriesgando su vida y le pidió que si salía victorioso la llevara con él.
Vale, gracias.
Toma este ovillo, átalo a la entrada y vete devanándolo a medida que avanzes y coge este puñal puñal para matar al Minotauro.. Si lo consigues, solo tendrás que recogerlo para salir.