Durante un deciembre, fuera del café, el hombre compró un décimo de un boleto. La vendedora del boleto era una niña pobre del pueblo, y ella le vendió el número 1620. Era un símbolo de la edad de la niña y el número de días desde el cumpleaños del hombre.
Hablando con el Criado
No, señor.
Más tarde, el hombre le prometió a la niña: él le daría la mitad del dinero del su premio si él ganara. Le dio su nombre y las senas a la chica.
El Regreso de la Niña
El dinero es menos importante que el amor
Después de cuatro días, el día de la lotería, el hombre escuchó que ganó el décimo. Estaba muy emocionado y feliz porque ganó, y fue a buscar el boleto en su sobretodo. El papel no estaba allí.
Su Boda
¡Te amo!
¡Te amo, tambien!
Llamó furioso al criado y le preguntó si sacó el sobretodo por la ventana. El hombre confiaba en su criado porque en los cinco años que estuvo a su servicio el hombre nunca lo sorprendió mintiendo. El hombre, entonces, sintió desesperado.
Después de él se dio cuenta de que no era un sueño, escuchó alguien a la puerta de la casa-- la chica quien le vendió el boleto. Ella estaba muy feliz porque ellos tenían un boleto ganador del gordo, pero el hombre le dijo que no podía encontrar el boleto. Ella dijó que sus destinos eran no ser ricos.
Se casaron y él protegió y educó a su esposa. Los dos pensaban que su matrimonio era mejor que el dinero.