Lucía como cada día la viene a recoger el bus para a ir al instituto pero ese día se despierta muy tarde y pierde el bus y tiene que ir corriendo hasta al instituto yendo muy enfadada porque está lloviendo.
Cuando llega al colegio ya había parado de llover y ya todos estaban en clase menos ella que llegaba tarde. La puerta estaba cerrada así que decide llamar para ver si alguien le abría, pero no había nadie así que esperó un poco.
Como nadie le abre decide ir a la parte trasera del instituto donde está la puerta que nunca fue abierta y que no les dejan abrir pero es su única opción así que decide abrirla.
Detrás de esa puerta se encuentra en el desierto con unos camellos, ya no iba vestida igual. Lucía se queda flipando porque nunca había estado en un desierto y se siente estrañada por estar en aquel lugar, piensa que es mejor volver pero ya no estaba la puerta.
Como no puede volver decide disfrutar de esta experiencia, así se monta en un camello para dar una vuelta por el desierto haber si encuentra algún dromedrario.
Al final sale por la puerta que abrió y vuelve en el bus del colegio a su casa, y decide no contarle nada a nadie.