Esta Sabiduría ha venido a la tierra para remodelar al hombre, que ha sido creado a imagen del Logos.
Dios mismo se revela a través de la humanidad de Cristo para salvar a los hombres.
La encarnación y el Calvario son la epifanía del amor de Dios en la persona de Cristo
Origenes
El Hijo, que es la Vida y la Sabiduría, «viene a restaurar la imagen de Dios en el hombre, renovando en él el conocimiento divino»
San Atanasio
El Hijo es la Sabiduría de Dios, y a través de El han sido revelados los «secretos»
Santo Tomás de Aquino
Lo propio suyo es ser Hijo, Verbo, Imagen y persona intermedia en la Trinidad; lo apropiado.
¿Por qué el Hijo y no el Padre o el Espíritu Santo?
La restauración por el Verbo, que es la Imagen perfecta, de la imagen de Dios deformada en el hombre por el pecado.Gratuidad de la EncarnaciónLa inseparabilidadLa distinción entre lo que Dios puede hacer respecto de las criaturas
Conviene la encarnación redentora con la condición de Imagen de la segunda persona por el sujeto que iba a ser reparado: el hombre, creado a imagen de Dios; convenía que la Imagen increada asumiera la imagen creada para repararla.
. En el siglo II surge el adopcionismo, que sostenía que Jesús era hijo adoptivo de Dios; Jesús sólo sería un hombre en quien habita la fuerza de Dios; para ellos, Dios era una sola persona
Jesucristo, el Verbo Encarnado, «no es ni un mito, ni una idea abstracta cualquiera; Es un hombre que vivió en un contexto concreto y que murió después de haber llevado su propia existencia dentro de la evolución de la historia
La Iglesia defendió y aclaró esta verdad de fe durante los primeros siglos frente a las herejías que la falseaban.
Nestorio, patriarca de Constantinopla, que utilizaba un lenguaje en el que daba a entender que en Cristo hay dos sujetos: el sujeto divino y el sujeto humano, unidos entre sí por un vínculo moral, pero no físicamente.
Arrio y Apolinar de Laodicea negaron que Cristo tuviera verdadera alma humana.