Todo el mundo; y quiero que encarceléis a la ciudad y los arrabales
Harpagon hizo traer un comisario para encontrar a quien robó el cofrecillo con su dinero.
¿Quién sospecháis que pueda ser el autor de este robo?
Maese Santiago
Personajes secundarios:
Oficial
Señor, si queréis que os diga las cosas, creo que es vuestro querido intendente quien ha dado el golpe (1)
Ahí está el asunto. Le he visto con una arquilla (4)
Harpagon, el comisario y Maese Santiago
¿Valerio? ¡Él que me parecía tan fiel! (2)
¿Le has visto merodear alrededor del sitio donde había yo puesto mi dinero, con una arquilla? (3)
¿Y cómo era esa arquilla? Veré si es la mía. (5)
¿Yo? No la he llevado a ningún sitio; sigue en vuestra casa. (3)
Estoy dispuesto a sufrir cuantas violencias os plazcan; mas os ruego que creáis, al menos, que si existe perjuicio, sólo debe acusárseme a mí, y que vuestra hija no tiene culpa en todo ello.(1)
No, señor. (5)
Valerio dice que Elisa y él se casarán, y Harpagon ve aumentado su daño, ya que cree que Valerio no solo le robó sino que además su hija, cómplice, se casará con él para quedarse con sus riquezas.
Así lo creo, realmente; sería muy extraño que mi hija hubiera estado complicada en este crimen. Mas quiero recuperar mi fortuna y que me confieses adónde la has llevado.(2)
¡Oh, mi querida arquilla! ¿No ha salido de mi casa? (4)
Era propósito mío hablaros de ello, y quería esperar para hacerlo a unas circunstancias favorables; mas puesto que es así, os ruego que no os enojéis y que accedáis a escuchar mis razones (3)
Valerio se confiesa culpable, creyendo que Harpagon descubrió su plan de hacerse pasar por un servidor para conseguir casarse con Elisa.
Acércate; ven a confesar la más negra acción, el atentado más horrible que se haya cometido nunca.(1)
Es inútil que pretendas encubrirlo; está descubierto el asunto y acaban de contármelo todo. ¡Cómo! ¡Abusar así de mi bondad, introducirte deliberadamente en mi casa para traicionarme y hacerme una jugarreta de esta naturaleza! (2)
¡Ah, padre mío! Mostrad unos sentimientos máshumanos, os lo ruego, y no llevéis las cosas a las últimos extremos de la potestadpaterna. No os dejéis arrastrar por los primeros arrebatos de vuestra pasión y empleadalgún tiempo en reflexionar sobre lo que queréis hacer (3)
Harpagon reprende a su hija, a quien llama indigna, por dejarse enamorar por un ladrón y entregarse a él sin el consentimiento de su padre.
¿Te enamoras de un infame ladrón y te comprometes con él sin mi consentimiento? Mas vais a quedar chasqueados el uno y el otro. (A Elisa.) Cuatro buenos muros me responderán de tu conducta. (A Valerio.) Y una buena horca domeñará tu osadía.(2)
¡Hija indigna de un padre como yo! ¿Así es como pones en práctica las lecciones que te he dado? (1)