Hace muchos siglos,los aborígenes canarios, conocidos como los guanches eran expertos ceramistas, y sus vasijas, platos y jarrones eran verdaderas obras maestras. Sus diseños solían representar motivos geométricos, animales y figuras humanas estilizadas. Cada pieza de cerámica era única y estaba hecha a mano con gran habilidad.
La pintura rupestre también era una parte esencial del arte guanche. En las cuevas y abrigos rocosos de la isla, los guanches creaban impresionantes pinturas que contaban historias de su vida cotidiana, sus creencias espirituales y sus rituales. Estas pinturas a menudo presentaban figuras humanas, animales, escenas de caza y símbolos misteriosos que aún hoy en día intrigan a los arqueólogos.
Otra forma de arte importante entre los guanches era la creación de tejidos. Tejían cestas, alfombras y prendas de vestir a partir de fibras naturales como el esparto y la palma. Los patrones geométricos y los colores vibrantes eran característicos de su trabajo textil, y cada pieza tenía un propósito específico en la vida cotidiana.