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El acusador Fantasmal

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El acusador Fantasmal
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  • El Acusador Fantasmal
  • Autor: Alejandro Dolina 
  • En el día del juicio, el sospechoso estaba en principio muy tranquilo. Pensaba que iba a salir victorioso. Aunque sabia que no había ningún testigo capaz de acusarle. Sin embargo en ese momento el fiscal llamo a declarar los testigos, el sospechoso comenzó a ponerse nervioso. La defensa no entendía el por que
  • Hace mucho tiempo durante un juicio a un asesino. El cuerpo de un hombre cercano a su entorno había aparecido con un terrible corte en el cuello. Y el era el principal sospechoso. Pero no dejo rastro, que los investigadores no encontraron ninguna pista
  • - Si que se puede-decía nervioso-Pero el si, y no puede estar aquí-– Él sí, él si– repetía sin coherencia-
  • -No se ponga nervioso .Solo hay testigos que no podrán decir nada --Pero me dijo que nadie podía delatarlo --¿Pero quien? ¿El jardinero? ¿ La dama de llaves? Los dos estaban fuera ese día
  • El juez, que se dio cuenta en el estado que estaba de en el que se encontraba , comenzó a tomar declaración a los dos testigos, sin que pudiera sacar nada en claro, ya que aseguraban que ese día ellos no estaban en la casa.
  • – ¡Pero él no puede hacerlo!- gritó desesperado
  • – No entiendo muy bien a qué se refiere. Una persona afectada en un caso también puede testificar. No veo el problema. Imagine en un asalto de caminos que no pudiera testificar el asaltado…
  • Un testigo no puede haber tomado parte en el asunto –¡No sería imparcial!– Señoría, ¡él no puede testificar!
  • -Muy bien, ya veo que observa a un testigo al que no quiere escuchar. Le leeré pues un versículo de la Biblia para ayudarle a aclarar la mente. –
  •  En ese instante el acusado rompió en llanto y confeso que fue el, el culpable lo conto todo , y sin dejar de mirar al hombre que nadie podía ver: su victima , un hombre con el cuello cortado y el cuerpo ensangrentado
  • El juez notó entonces que el acusado miraba hacia los testigos como si viera algo más. Notósu creciente angustiay para intentar que confesara, le dijo:
  • – ‘Hijo mío, por el Dios de Israel, confiesa y declara qué has hecho. No me lo encubras’.
  • Este cuento no es mío
  • Fin 
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