Cuando Mary era más joven vivía en Milton. Vivía con su mamá, papá, hermano y hermana. Le encantaba practicar deportes y hablar con amigas.
A la mamá de Mary le encantaba cocinar y hacía las mejores comidas. Su papá la ayudaba con su tarea y su hermano y hermana practicaban deportes juntos. También tuvo un perro al que sacaron a dar largos paseos.
Un día, Mary se despertó como siempre y fue a la escuela. Después de la escuela fue a la práctica de fútbol. En la práctica se cayó y se lastimó la pierna. Su mamá decidió que debían ir al hospital.
OW!
Cuando llegaron al hospital estaba vacío. Vieron al médico y le tomó una radiografía de la pierna. Dolía le mucho.
Cuando se hizo la radiografía, el médico le dijo que estaba rota. Él le dio un yeso y muletas y le dijo que leyera un folleto sobre huesos rotos. Su mamá agradeció al médico y se fueron del hospital.
Semanas más tarde, Mary finalmente se quitó el yeso y pudo volver a jugar al fútbol. Al día siguiente, fue a la práctica y comenzó a correr cuando se cayó y se lastimó la pierna. Su entrenador se acercó, echó un vistazo y dijo que estaba roto.