Aquiles, el sacerdote del dios Apolo se dirige al campamento de los trigos para solicitar que le devuelvan a su hija Criseida. Agamenón lo humilla provocando que este le implore y castigue a Agamenón por su soberbia.
¡Devuélveme a mi hija!
¡No!, Nunca.
Agamenón se lleva a la esclava de Aquiles, llamada Briseida. Aquiles es ofendido, entra en cólera y se retira de la batalla.
Me llevaré a tu esclava.
Aquiles le entrega su armadura a Patroclo y le pide que defienda las naves griegas.
Ten mi armadura.
Oh, está bien.
Héctor mata a Patroclo, Menelao rescató su cadaver y lo devuelve con Aquiles. Molesto, va por su venganza y emprende su lucha contra los dioses.
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Héctor lucha con Aquiles pero muere atravesado con su lanza. Consumada su venganza, Aquiles los funerales de su amigo.
¡Es mi venganza!
El padre de Héctor quiere enterrar a su hijo, así que le suplica a Aquiles que le devuelva el cadaver. Finalmente, él accede y los solemnes funerales de Héctor se realizan.