Cierta mañana mi padre me envió al pueblo a comprar unas pastillas, llegando al pueblo, me encontré con una señora que salía de su casa, la salude y amablemente me respondió el saludo.
¡Buenos días, Señora!
¡Buenos días, niño!
Al anochecer, la señora llego a mi casa muy enojada, afirmando que se le había caído su monedero y que con la única persona con la que se cruzó fue conmigo, por ello exigía la devolución o caso contrario que lo solucionáramos en la comisaria, situación que mi padre no lograba entender hasta el momento.
¿Dónde esta su hijo? ¡Tengo que llevarlo a la comisaria!
tiene Ud. que acompañarlo a su hijo
¡Señora, cálmese! Mi hijo está dentro de la casa. ¿Qué pasó? No lo entiendo, voy a preguntarle en este momento.
Situados en la comisaría, la señora, mi padre y yo, el comisario me indicó que dijera la verdad, si no decía donde estaba el monedero, me iba a quedar en el calabozo; en aquél momento, rompí en llanto, repetía constantemente que yo no había encontrado ningún monedero... Finalmente, el policía nos dio la razón y pudimos ir a casa.
Haber niño solo dígame la verdad de lo que esta señora dice de ti.
Señor policía, este niño encontró mi monedero y no me lo quiere devolver.
¡Yo no encontré nada! 😭😭
Sr Policia mi hijo no tiene esas costumbres de coger algo ajeno , que la señora busque bien en su casa tal vez se olvido
De regreso a casa mi padre me aconsejaba en todo momento.
Hijo mío, por más dura que sea la realidad, siempre actúa con la verdad.