En cierta ocasión, un hombre no respetó el dia de los difuntos, se trataba de un hombre que no quería perder un solo dia de trabajo en su parcela .
No voy a perder mi tiempo este dia, debo de ir a trabajar amo parcela, cada dia debo buscar algo para comer y no voy a gastar mi dinero para esta fiesta, que además em quita mucho tiempo.
Trabajando
Haciendo voces
Hijo, hijo, quiero comer unos tamales!!
El hombre se quedó muy sorprendido y pensó que era su imaginación la que lo hacía oír cosas, pero poco después escuchó claramente otras voces como de personas que conversaban entre si y lo llamaban por su nombre; reflexiono sobre lo que estaba sucediendo y comprendido que eran las voces de su padre y familiares difuntos que clamaban por las ofrendas que les había negado. inmediatamente dejó su trabajo y salió corriendo a su casa.
Si amor mio
Mujer mía, mata unos guajolotes y preparate unos tamales que los pondré en el altar.
Llegando a su casa inmediatamente le dio aus esposa que matara guajolotes y que hiciera unos tamales para ofrecerlos a sus difuntos en el altar familiar.