Yo Teseo, el únicohijo del rey de Atenas Egeo, voy a ir en busca del minotauro y"Yo, Teseo, el único y valiente hijo del noble rey de Atenas, Egeo, me dispongo con determinación a emprender la ardua búsqueda del monstruoso minotauro, con el firme propósito de enfrentarlo y eliminarlo, liberando así a mi amado pueblo de este indescriptible y prolongado sufrimiento." lo voy a eliminar para liberar a mi pueblo de este horrible sufrimiento
Fedra
Ariadna
Los embajadores se sintieron presos del terror cuando el rey añadió quelos jóvenes serían ofrecidos al Minotauro. Pero no les quedaba otra alternativa más que la de aceptar taldifícil condición. Tan sólo tuvieron una única concesión: si uno de los jóvenes conseguía el triunfosobre el Minotauro, la ciudad se libraría del atroz tributo. Dos veces Atenas había pagado ya el terribleprecio; pues dos veces una nave de origen ateniense e impulsado por velas negras había conducido,como se indicaba, a siete doncellas y siete jóvenes para que se dirigieran así al fatal destino que lesesperaba.
Sin embargo, cuando llegó el día en que se sortearía los nombres de las próximas víctimas,Teseo, único hijo del rey de Atenas – Egeo- propuso embarcarse como parte del tributo, arriesgandosu propia vida con tal de librar a la ciudad de aquella horrible carga. Por tanto, al día siguiente, él y suscompañeros embarcaron y Teseo prometió a su padre que cambiaría por velas blancas las negras velasde la embarcación, una vez que hubiera derrotado al monstruo.
El contingente arribó a Creta y los mensajeros debían permanecer recluidos en un área apartada en las afueras de la ciudad hasta el momento de ser conducidos al laberinto. Esta zona de confinamiento, destinada a las víctimas de los sacrificios, estaba cercada por un parque que limitaba con el jardín donde solían pasear las dos hijas de Minos: Fedra y Ariadna. La reputación del coraje y la apariencia de Teseo había llegado a oídos de las dos jóvenes, siendo Ariadna, la mayor de ellas, la que anhelaba profundamente conocer y asistir al joven ateniense.
Cuando finalmente lograron verse, ella le extendió un carrete de hilo y le explicó que era su única esperanza, así como la de sus compañeros. Debían atar un extremo a la entrada del laberinto y, a medida que avanzaban, desenrollarlo para marcar su camino. Una vez que el Minotauro estuviera derrotado, podrían seguir el hilo de vuelta hacia la salida. Además, de entre los pliegues de su vestido, extrajo un cuchillo y se lo entregó a Teseo, indicándole que estaba apostando su vida por él, pues si su padre descubría su ayuda, se enojaría con ella. Entonces le pidió que, en caso de lograr vencer a la bestia, la llevara consigo.
Al proximo dia,el joven ateniense fue conducido junto a sus camaradas al laberinto y, sin titubear, amarró el ovillo al muro y permitió que el hilo se fuera desenrollando poco a poco. En el interior, el monstruo aguardaba con voracidad. Teseo avanzaba con determinación. Cuando se halló frente al temible Minotauro, aprovechó el instante en que éste se lanzó hacia él y clavó su daga en el cuerpo de la bestia. Con su misión cumplida, solo quedaba desandar el sendero, siguiendo el hilo que le había confiado Ariadna, y salir del intrincado laberinto.
THE END
¡Había salvado a su ciudad! En el momento de partir, Teseo - a escondidas-condujo a bordo de la embarcación a Ariadna y también a su bella hermana. Durante el viaje, la naveancló en la isla de Nassos para refugiarse de una furiosa tempestad y, cuando los vientos se calmaron,no pudieron encontrar a Ariadna, a pesar de haberla buscado por todas partes. Teseo continuó viajehacia Atenas y pero olvidó cambiar las velas del barco como había prometido a su padre. Éste creyóque su hijo había muerto en su encuentro con el Minotauro, no pudo soportar su dolor y se arrojó, desdeuna torre alta, al mar que hoy lleva su nombre: Egeo.