Al camino de la aldea, Don Quijote ve una procesión cargando una imagen de una Virgen y la confunde por una princesa raptada. Cuando Sancho cree que su amo ha muerto, le dice que fue muy generoso, valiente y que le había prometido la mejor ínsula del mundo.
Don Quijote abandona la montaña cuando aparece Dorotea vestida cómo la princesa Micomicona y le pide que la ayude a matar al gigante Pandafilando que le quiere quitar el trono.
Estaba soñando que había llegado a Micomicón y estaba luchando contra el gigante Pandafilando. En realidad, estaba usando su espada para acuchillar a los cueros de vino.
Al día siguiente, cuando Sancho estaba acariciando a su burro aparece el barbero y lo empieza a maltratar para que le devolviera su albarda y bacía.
Cuando todos fueron a la cuadra para ver lo que sucedía, Don Quijote dice que la bacía era un yelmo y manda a Sancho para que la traiga para demostrarlo. El barbero maestro Nicolás decidió divertirse diciendo que la bacía era un yelmo.
El cura planea vestirse con antifaces y túnicas con otras personas y poner a Don Quijote en una jaula para llevarlo de regreso a su casa, diciéndole al caballero que lo iban a llevar al reino de Micomicón.