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- ¿Solo yo lo soy? Tú también lo eres. Pero mira al tayta cumpana: pronto me iré.
- Balsacho, sal de aquí, en balsapuerto ya no eres nada. los comuneros ¡Se ríen de ti porque eres un cobarde!¡Tú también eres un asesino, balsacho! ¡en balsapuerto ya no sirves, balsacho!
- ¡Dejame niño, anda donde tus chibolas!
- ¡Justina! ¡Ay Justinita!, a las arribas de un hermoso rio canta una hermosa ave que trae recuerdos de tu hermosa carita y tus bellos ojos
- Lo único que hice fue, quedarme cerca de Justina, escuchando el canto de los pihuichos y de los loros, ella estaba bajo el mismo cielo que yo, en esa misma piedra que fue mi nido. Contemplando su linda carita, era casi feliz, porque mi amor por Justina fue un «amor platónico» ; sabia que ella no sera para mi, porque yo que era un niño que amaba los animales de la selva, las fiestas tradicionales, las cosechas y viví alegre en esa piedra verde y llena del calor amoroso del sol.
- Me voy para vivir mejor, iré a la ciudad de Yurimaguas, así me olvidare de mi querido amor y de todos estos problemas, chau mi justinita, ¡Chau mi pueblo querido debaslpuerto!
- A la mañana siguiente encontré al balsacho yendo al yucal de balsapuerto. El cielo estaba claro y alegre, los campos estaban verdes de frescura. el Shawi ya se iba, temprano nomás a buscar zorros en el gallinero de mi tío, a rabiar contra ellos, pero antes yo le dije
- !Largo ¡¡¡ ¡A dormir!!!
- Perdon zarina, perdón mamá, ese feo del Kutu ha sido, yo no.
- Resentido, cabizbajo como nunca, se fue a galope en el maizal de mi tío, dos semanas después, Kutu renuncio y se fue. Mi tía lloró y lloró por él, como si hubiera perdido a su hijo. Kutu tenía sangre de huambra: le tenía miedo a don Froylán, casi a todos los hombres les temía. Le quitaron su señora y fue a esconderse después en las comunidades más lejanas,mezclándose con las comunidades de Panan, Varadero...
- Los vecinos volvieron a pandillar en círculos, el charanguero daba vueltas, pero don Froylán apareció en la puerta de su chacra trau
- Ya en la cama el niño Ernesto reflexiono y su alma se llenó de desesperación y arrepentimiento de lo que fue cómplice y empezó a pedir perdón
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