Buenos días queridos amigos, mi nombre es Cristóbal Colón y hoy os contaré la historia de cómo me hice famoso.
Era un día como otro cualquiera y yo me encontraba en la posada hablando de todo un poco con un amigo .
¡Teodomiro, te apuesto unas lentejas a que puedo demostrar que la tierra es redonda!
¡Te estoy diciendo que la tierra no puede ser redonda Cristóbal!
Mi amigo Teodomiro me contó algo que me hizo pensar...
¡Qué me dices amigo, es una gran noticia! Si consigo encontrar otra ruta para llegar a la India y comprar especias, seda... me haré de oro!
¿Sabes que los Otomanos controlan ahora la ruta que utilizábamos para comercializar con la India?
Era la mejor idea de toda mi vida, pero tenía que solucionar algunos problemillas...
Tienes razón amigo, necesito encontrar a alguien que me preste algo de dinero. ¿Qué podría hacer?
¡Amigo estás loco! Ni los mejores navegantes consiguen encontrar una nueva ruta. Además, necesitarías mucho dinero y tú querido amigo no lo tienes.
Pero cuando parecía algo imposible mi amigo Teodomiro tuvo una idea estupenda.
¡Pero qué gran idea Teodomiro, eso haré!
Estás loco Cristóbal, ¿de dónde esperas conseguir tanto dinero? ¿Se lo vas a pedir a un rey?
Ya tenía clara cual era mi misión. Primero tenía que hacer el plan perfecto y luego pedir a un rey con mucho dinero que financiara mi viaje a la India.
¡Eso haré, voy a ser más famoso que el mismísimo Marco Polo!
No hay quien pueda contigo Cristóbal... ¡Eres muy cabezón!