Llevo con ellos tres años y me conozco bien la problemática de cada familia y la situación conflictiva del barrio.
Al nombrarle a cada uno me doy cuenta de cuánto los quiero y cuánto me importan y me ocurre algo parecido al hablarle después de la comunidad, de lo que siento que me aportan.
Bueno en Nazaret...
Y Él me habla de sus años en Nazaret y del misterio de que siendo las horas y las semanas y los años tan iguales, había una novedad escondida en lo que iba descubriendo cada día: lo que el rabino le leía de los profetas en la sinagoga, el campo tan distinto en otoño e invierno, en primavera etc.
Sé que, como Bartimeo, no tengo otro modo recobrar la vista que éste de dejarme iluminar por las palabras de Jesús y su presencia; pero pienso que a mí no se me van a curar los ojos de repente, sino poco a poco, y con paciencia, y recibiendo humildemente, como si fuera el pan, la luz de cada día
Que amable!
Buen día!!!
Tengo que ir aprendiendo pacientemente a acoger la presencia del Reino escondido en lo cotidiano y asombrarme de que ese amor que está tan en mí y que no me pertenece pero me habita, me vaya haciendo capaz de descubrir la novedad de cada persona y de cada cosa.
Para este viernes por la tarde ya tengo la luz que necesito y, de momento voy a ponerme a investigar alguna manera nueva explicar las reglas de la H.
Quizás yí como práctica cuaresmal de este año, le pida la hermana Aurelia que invite un día a merendar a su sobrino y así poder evaluar, en vivo y en directo, los resultados de la intervención del dostor, no sea que también yo tenga que operarme un día de juanetes
De todas maneras, hay algo en lo que pienso ser inflexible: que a partir del próximo viernes voy a comprar el pollo en el puesto de “Aves Gómez” donde, además despachan muy deprisa, te saludan diciendo: “usted me dirá en qué puedo servirle guapa…”.