Después de que Abul comiera un poco, puso atención a su alrededor y al lugar en donde el señor lo había llevado.
Una vez que el señor mostró las verdaderas intenciones por las que trajo a Abul al taller, no le quedó de otra mas que trabajar para conseguir a cambio comida y un techo.
¡Si! Podemos escapar por esta puerta... ¡Hay que correr amigos!
Amigos no es justo que hagamos tanto trabajo, estamos muy lastimados y sin comer. Aprovechemos que el señor está en el baño.
¡¿Creen que alguien nos pueda ayudar?!
¡Busquemos un lugar a salvo!
¡EL PEDIDO ES PARA HOY MOCOSOS!
Abul y sus amigos no soportaban la explotación que el señor les daba en el taller, así que se le ocurrió una idea para escapar...
Y así fue como aprovecharon la distracción del señor para correr y alejarse lo más rápido posible. Aprendieron a no confiar en desconocidos y buscar ayuda de personas que los pudieran ayudar realmente.