El presbítero Concha era don Baldomero, el villano, un viejotramposo, avaro y libidinoso, que quería casarse con Rosina
Como don Baldomero no confesó su culpa, no hubo manera de que los jueces pusieran en libertad a López.
¿Tiene usted algo que decir en defensa de la señora, don Diego?
Ella no tiene nada que ver. Yo soy culpable de todo.
Don Diego Aquino: a nombre del Cabildo de esta ciudad, lodepongo de sus funciones y lo hago prisionero.
Me llamo Matías Chandón, soyartillero, pero servía entonces en un regimiento de dragones.
“Ganaste el puesto de comandante de la batería y jefe de artifi-cieros por una sola razón: eres de los nuestros”
Historia se la denuncia, no sólo como relato, construcción o artefacto, sino también como impostura y mistificación. Al proponer unanovela que desarma nunca mejor dicho losmecanismos de la “máquina histórica” y desvela despiadadamente los bastidores de la Historia, el novelista pone en tela de juicio la idea de una sedo “verdad” histórica.