Huaposha se había rendido hasta que finalmente creó a los humanos
En uno de sus intentos decidió crear figuras de arena y plantas de lo que sería su criatura perfecta. Él pensó que había sido de nuevo un intento fallido así que regresó al mar.
Esa noche Huaposha dormía en las profundidades del océano. Para su sorpresa, a la mañana siguiente una tormenta arrasó y con la lluvia y rayos estas figuras cobran vida.
Gracias a la creación de ésta especie Huaposha podía controlar más que solo el mar, agradecido por su preciada creación les proporcionaba a sus fallidos intentos (como los peces) de alimento.
Con el tiempo vio que sí lo estaban obedeciendo tal como él quería así que creó más humanos por ambición y atención, poco después se dio cuenta que entre ellos mismos se podían reproducir y en poco tiempo ya había una población.
Huaposha regreso a las profundidades del océano y no volvió a hacer una aparición en la tierra, pero se dice que sigue vigilandonos desde el fondo del mar asegurado de que continuó siendo alabado.