Después de que el pueblo se quejara de las problemas que estaba causando Gilgamesh, el dios Anu ordena a la diosa Aruru crear a Enkidu. Cuando estos dos héroes se encuentran luchan entre ellos. Quedan igualados y después de esa lucha se hacen amigos.
En busca del hombre inmortal
Debo encontrar a Utnapishtim. Tengo que devolver a la vida a Enkidu.
Luego de que se hicieran amigos lucharon juntos en distintas batallas. Un día, estos dos amigos, tuvieron que luchar contra el Toro Celeste enviado, desde el cielo, por el dios Anu, para que la princesa Ishtar pudiera vengarse (estaba enamorada de Gilgamesh, pero éste le rechazó).
Los guardianes terribles
Después de que Gilgamesh y Enkidu mataran a la bestia, la princesa Ishtar subió a la muralla más alta de Uruk y desde allí profirió una maldición sobre Gilgamesh. Enkidu oyó a la princesa y no pudo controlar su ira y selló su destino al arrancar los genitales del Toro Celeste lanzándolo contra su divino rostro. Después de eso Enkidu se enfermó gravemente y murió.
El final
Gilgamesh estaba muy triste. Quería devolver a su amigo a la vida y también quería hacerse inmortal para que no le pasase lo mismo así que fue en busca del hombre inmortal, Utnapishtim, para que le dijera como hacerse inmortal.
¡UTNAPISHTIM!
Se dijo así mismo que lo primero que tenía que hacer era llegar a las puertas del Sol. Cuando llego, se detuvo en frente de los guardianes, hombres-escorpión, y preguntó por Utnapishtim. Los guardianes intentaron persuadirlo pero no pudieron y lo dejaron entrar.
Gilgamesh camino durante horas y más horas. Hasta que llegó a la playa y se encontró al banquero de El Lejano. Cuando estuvieron en tierra Gilgamesh se encontró con Utnapishtim, allí dijo su nombre y explicó el sentido de la travesía.