Desde chico leía libros de ocultismo, pero una frase que leí en uno de ellos hasta ahora me sigue rondando la cabeza: «Todos tenemos un doble en las Antípodas, pero encontrarlo es muydifícil porque los dobles siempre actúan a nuestro contrario».
¿QUÉ? ¡ESPERA, NO!
¡¿YA HABÍAS ESTADO AQUÍ, SALES CON OTRO, NO?!
Por ello, y una experiencia rara con alguien muy similar a mí, viajé a Sydney con la intención de buscar a mi doble.
Señor ayer olvidó su paraguas en el bar, ¿se lo traigo?
Sydney era demasiado grande y me arrepentí rápido, pero me quedé 7 semanas más porque me enamoré de una chica, Winnie.
¡¿Q-QUÉ?!
Pero luego de invitarla a una casa que había alquilado a las afueras de la ciudad, descubrí que me estaba engañando con otro hombre.
Luego de aquella decepción amorosa, por fin me decidí regresar a a mi hogar. Pero entonces el botones me hizo una pregunta que me sacó de mis pensamientos por lo rara que era.
Pero, regresé de mi viaje hoy . . .
No entendía que pasaba, lo primero que se me ocurrió fue subir a mi habitación, donde tenía un lienzo que había dejado en blanco. Al llegar vi en él un retrato de Winnie.