La Escuela Clásica". Su enfoque principal era establecer principios universales y métodos de gestión para todas las organizaciones.
El fundador de esta escuela, el profesor Alejandro, creía en la importancia de la estructura organizativa y la jerarquía. Enseñaba a sus estudiantes que una organización eficiente debía tener una clara división del trabajo y una cadena de mando bien definida.
Los estudiantes de la escuela aprendían sobre los principios de la administración, como la unidad de mando, la división del trabajo y la autoridad. Se les enseñaba a diseñar organigramas y a establecer procedimientos estandarizados para garantizar la eficiencia en la ejecución de tareas.
La Escuela Clásica también hacía hincapié en la importancia de la planificación y el control. Los estudiantes aprendían a establecer objetivos claros, a elaborar planes detallados y a medir el desempeño para asegurarse de que se estuvieran cumpliendo los objetivos establecidos.
Y así, la historia de la Escuela Clásica nos enseña que si bien la estructura y el control son importantes, también es necesario tener flexibilidad y fomentar la innovación en la administración de las organizaciones.