Te tengo un regalo es una corbata hecha por mi te veras muy bien con ella
Muchas gracias Marta que bonito regalo
Estará por aquí la casa de los Bocardos
Tengo ya compromiso !lárgate¡
Señorita me concedería una pieza
un joven que con modales de limeño conquistó a una muchacha provinciana llamada Marta. Esta muchacha estaba profundamente enamorada de Idiáquez, con ese amor sincero le hizo una corbata hecha con un retazo de seda rosa, tal vez de un vestido que ya no servía. Idiáquez siempre estaba buscando trabajo en alguna oficina, era muy pobre, quería ser amanuense
Estoy harto esta maldita corbata me hizo quedar mal desde ahora solo me pondré cosas caras.
Un día lo invitaron a la fiesta de los Bocardos, el entusiasmado se puso su mejor traje, sus zapatos bien lustrados y por ultimo la corbata que Marta el había regalado
Claro, te vez tan bien
buenas noches señorita me concedería una pieza
invitó a bailar a una morena, pues como todos estaban bailando él también se animó, al tiempo que quiso sacar a la morena, ésta la miro con desprecio, y diciéndole “tengo ya compromiso”
Porque esta infelicidad tal vez tuve que haber quedado con Marta y esos 50 soles.
Luego de quedar en ridículo decidido a convertirse en un hombre mejor, con un futuro mejor, que vistiese como los otros, con elegancia, luego de muchos obstáculos, Idiáquez estaría vistiendo con elegancia, mostrando una corbata modelo, dejando de lado la corbata de Marta.
Luego en otra Reunión todos se quedaron asombrados por su vestimenta finísima hasta la hermosa morena del baile, quien respondía con amabilidad sus galanteos, y fue así como la conquisto, y a los cuatro meses después Idiáquez se casó con ella, entrando en posesión de una fortuna respetable, habiendo logrado su ansiado deseo de vestir bien, y de tener fortuna.
A pesar de todo se sentía infeliz y extrañaba a su querida marta y en sus momentos de tristeza corría y sacaba del fondo de su cajón la corbata que marta le había regalado, tratándole de aspirar el olor de jabón de Windsor, era como si fuera a los brazos de su amada Marta