Buenos días María José, soy Janet, bienvenida, deseamos que puedas sentirte a gusto trabajando aquí. Puedes pasar a tu oficina.
Buenos días Janet, muchas gracias, estoy segura de que será así.
Niña, anda busca unos papeles al almacén, ahorita!
anda rápido y no me vengas con presentaciones
Buenos días, sí está bien, disculpe, mi nombre es María José, mucho gusto.
Debe estar por esos casilleros, busca rápido que los necesito urgente!
Sí señorita, eso estoy haciendo, pero al parecer todo está desordenado, dado que no los encuentro.
Aquel día, era mi primera vez en un trabajo formal, estaba muy contenta y emocionada por las nuevas cosas que aprendería...
¿Te apuras sirviendo el agua? Qué lenta!
Qué pena que sea tan difícil de entender que soy nueva en este trabajo y exista tan poca empatía.
Estaba totalmente cómo en mi área de trabajo hasta que llegó una compañera y me dijo...
Pensé que esta podría ser mi oportunidad para poder demostrar la gran capacidad laboral que tengo, y también para poder aprender de ellos...
Enseguida fui al almacén para ayudar, pero al parecer mi compañera de trabajo se encontraba de mal humor...
Ha sido un día terrible, ¿por qué no existirá la empatía ni la paciencia en algunas personas?
Después de buscar en el almacén los papeles que mi compañera necesitaba, me dijo que le sirviera un vaso de agua, y pues, me decía...
Al momento de salir del trabajo, durante el camino me ponía a pensar en mi trabajo, ya que no quería renunciar, pero también quería mi paz mental.
En el bus, camino a casa, no dejaba de pensar, pero esta vez en las actitudes que mi compañera de trabajo demostró, y me preguntaba por qué no podía ser un poco más paciente con las personas que se incorporan recientemente al trabajo.