Había una vez una gama y su hija, la mamá le decía a la hija que tuviese cuidado en el bosque y que obedeciera el padre nuestro de los venados.
Mijita, obedezca el padre nuestro de los venados
Si señora
Un día la gamita salió a pasear y se encontró con un panal de abejas, luego la gamita probó la miel del panal y corrió mucha suerte de que no fuese picada.
¡Que delicia esta miel, me encanta!
Toma un poco de miel
Luego la mamá se entera que la gamita estuvo en un panal y le prohíbe volver allá pero la gamita desobedece a su madre y va en busca de otro panal, luego la gamita es picada en sus ojos por las abejas
¡AYUDA!
La mamá de la gamita recordó que al otro lado del monte había un cazador de venados que tenia remedios, entonces se dirige hacia allá con la gamita.
Necesito de su ayuda, mi hija sufrió unas picaduras
Por supuesto
Ya en la casa del cazador la gamita es examinada y el cazador le dice a la madre que le dará una pomada y que la gamita se la debe aplicar todas las noches y permanecer en la oscuridad unos días.
Se debe aplicar esta pomada y estar en un lugar oscuro unos días y estará mejor
Muchas gracias
Finalmente la gamita se recupera y decide llevarle un detalle, eran plumas de garza y finalmente el cazador y la gamita se vuelven buenos amigos, cada vez que la gamita lo visitaba le llevaba plumas y el la esperaba con miel.