EL HOGAR DE BE SER EL PRIMER LUGAR DE CUIDAR Y PROTEJER A NUESTROS HIJOS, DESPUES LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS COMO SEGUNDO LUGAR.
Es una gran realidad que Las drogas sintéticas son disfrazadas como dulces, y son vendidas en las rejas de los colegios
El primer contacto con la droga se da mediante el método tradicional: en los alrededores del colegio, los jíbaros les regalan las primeras dosis a los estudiantes, generalmente entre 13 y 17 años, como ‘gancho’ para volverlos adictos y luego convertirlos en sus clientes
La gran mayoría que la venden son menores que integran pandillas usadas por redes de microtráfico.
Lo más triste es que la Policía dice que no puede hacer nada, justamente por la laxitud de la ley con los menores de edad.
Autoridades, ya no trabajan sino todos los días juegan al gato y al ratón persiguiendo a los jibaros, que después de una horas quedan libres de nuevo y estos repiten con alegría la canción ¡ este gato no sirvió este gato no sirvió!
Ya los niños y niñas no necesitan esperar el Halloween para recibir los dulces de diferentes colores. Ya que los reciben en las rejas de los colegios y seguimos estando confiados de nuestro hijos están seguros en los colegió que solo están estudiando.