mi madre vino a regalarme un hermano negro muy lindo, con quien jugaba y ayudaba a calentar. Y recordé que ..... Zaide, ese era su nombre, llegó a oídos del mayordomo, y luego de indagaciones, se descubrió que más de la mitad
de la cebada que se le daba a las bestias, la robó, como así como guardados, leídos, almohadas, delantales, y mantas y mantas para los caballos; y cuando no tenía otra cosa, las bestias desyerbar, y con todo esto, fui a mi madre a criar a mi hermano.
En ese momento vino a posar un ciego para la posada, quien, al parecerle que yo le serviría para guiarlo, le preguntó a mi madre, y ella me entregó, diciéndole que era hijo de un buen hombre, que , exaltando la fe Ella había muerto en la batalla de los Gelves, y que confiaba en que Dios no resultaría un hombre peor que mi padre y que le rogaba que me tratara bien y me cuidara, porque yo era huérfano. . Él respondió que lo haría y que me recibió, no como un niño, sino como un hijo. Y así comencé a servir y entrenar a mi nuevo y viejo maestro.
cerradura y descuidó, pensando que me distraía en otras cosas, por un poco de coser, que muchas veces de un lado de la borreguita se rompía y volvía a coser ... Cuando la pobre se iba a beber, él Encontrar nada. Se asustó, maldijo, le dio al diablo la jarra y el vino, sin saber qué podía ser ... El golpe fue tal que me tiró de la cabeza y me dejó sin sentido, y la jarra tan grande que los pedazos de se me metió en la cara, rompiéndolo en muchos lugares, y me rompí los dientes, sin los cuales me he quedado hasta el día de hoy.
Nunca vi a un hombre tan avariento o tan mezquino; Tanto es así que me dejó muerto de hambre y, por lo tanto, no me proporcionó ni la mitad de lo que necesitaba. Digo la verdad; Si con mi sotilza y buenas maias no supiera remediar, muchas veces me habría muerto de ham
Bang
Bang
bre; pero con todo su conocimiento y consejo, se aprovechó de mí ... cuando metió todas las cosas y las sacó, hizo con tanta vigilancia y tanto como un contable, que no sería suficiente para un hombre en todo el mundo para tomar una sola migaja de él. Pero me bebí ese encaje que me dio, que en menos de dos bocados se despachó. Después cerró la
¿CÓMO Y OLISTE LA LONGANIZA Y NO EL POSTE? DEJALO EN EL PODER DE MUCHAS PERSONAS QUE Lg HABÍA SALIDO A AYUDAR Y CORRER. NO SABÍA MÁS DE LO QUE DIOS HIZO AL RESPECTO, NICOLE DE LO SABE.
“Siempre lo llevé por los peores caminos, ya propósito, para hacerle daño y daño. Si hubiera piedras, para ellos; Sí Iodo, por más, que aunque no fui por más seco, me alegré de romper un Ojo por romper dos que ninguno de los dos tenía.”