Toma a tu hijo, al único que tienes y al que amas, Isaac, y vete a la región de Moriah. Allí me lo ofrecerás en holocausto, en un cerro que yo te indicaré
Abraham tenía ahora más de cien años, Una vez más llegó Dios y le habló. Esta vez la orden fue impresionante:
Abraham
"Se levantó Abrahán de madrugada…, y tomó consigo a su hijo Isaac. Partió leña para el sacrificio y se puso en marcha hacia el lugar que Dios le había indicado.”
Dios, no entiendo. Te creí. Mi esposa lloraba noche tras noche hasta dormirse porque no podíamos tener hijos. Padecí ese dolor durante décadas. Confié en ti por lo que más quería, este hijo, y porque me lo dieras de modo milagroso. ¿Estás pidiéndome ahora que haga qué?
Abraham
La prueba no fue que Dios le quitaría a Isaac; siempre fue sobre si Abraham estaba dispuesto a entregárselo.Podemos saber con certeza que no importa cuán severamente Dios pueda poner a prueba tu fe, nunca serás probado más de lo que probó a Abraham
La prueba que Dios puso a Abraham es la misma que Jesús nos pone: ¿Estás dispuesto a renunciar a lo que más deseas conservar?
La prueba no fue que Dios le quitaría a Isaac; siempre fue sobre si Abraham estaba dispuesto a entregárselo.Podemos saber con certeza que no importa cuán severamente Dios pueda poner a prueba tu fe, nunca serás probado más de lo que probó a Abraham.
Toma a tu hijo, al único que tienes y al que amas, Isaac, y vete a la región de Moriah. Allí me lo ofrecerás en holocausto, en un cerro que yo te indicaré
Abraham, abraham, Aquí estoy.» «No toques al niño, ni le hagas nada, pues ahora veo que temes a Dios, ya que no me has negado a tu hijo, el único que tienes