El Conde Lucanor hablando con Patronio, su consejero, le pidió como aconsejar a su pariente.
Patronio… necesito tu ayuda.
El conde le pide ayuda porqué los nobles del lugar en el que vive su pariente, querían juntarse contra el. El pariente sufría y estaba dispuesto a arriesgarlo todo antes que vivir de ese modo.
Quiero un consejo para mi pariente.
Para que le puedas aconsejar, me gustaría que supieras lo que le sucedió a una zorra que se hizo la muerta.
Comienza así: una zorra entró una noche en un corral y se comió a todas las gallinas, pero cuando pensó en marcharse se le hizo de día…
La gente ya estaba en las calles y la zorra vió que no podía esconderse. Ésta salió entonces sin hacer ruido a la calle y se hizo la muerta.
Al verla, pensaban que estaba muerta. Varias personas se acercaron y empezaron a quitarle el pelo, dientes, uñas… y ella no se movía.
Los cabellos de la frente son buenos para evitar el mal de ojo de los niños.
Y la uña pulgar para los tumores.
Al rato, un hombre quería sacarle el corazón, puesto que era bueno para el dolor del corazón humano, entonces éste echó mano al cuchillo y la zorra se marchó.
¡Esta viva!
¡Si me quita el corazón me muero, voy a arriesgar e irme!