Después de una larga conversación, los padres entendieron que su forma de "corregir" a Claudia era inadecuada, pues solo había ocasionado que ella fuera víctima de violencia emocional dentro de su propio núcleo familiar.
Fue nuestro error, creímos que era lo mejor para ella.
No pueden seguir tratando a su hija de esta manera, la afectarán demasiado.
Cambiaremos nuestra forma de actuar, la apoyaremos más.
Los padres de Claudia aceptaron que su hija siguiera recibiendo apoyo por parte de la psicóloga y se comprometieron a cambiar su accionar.
Seremos más cuidadosos con la forma en la que educamos a Claudia, ella es nuestra prioridad y no podemos permitir que termine afectada por nuestra culpa.
Está bien, asistiremos todos a las terapias.
Por fin entendieron
Debemos agendar terapias, tanto para Claudia como para ustedes.
Tiempo después los padres empezaron a asistir a terapia de igual manera, pues ellos también la necesitaban.
Cuéntenme, cómo se sienten en esta nueva etapa.
Nos va mucho mejor, nuestra hija se ve más feliz, confía más en nosotros.
Con el tiempo la relación de Claudia y sus padres mejoró completamente.
Te adoramos hija
Ahora me siento mejor, la casa se siente más tranquila sin tantos gritos.
¡Eres increíble!
Claudia se sentía más segura de sí misma y confiaba plenamente en sus padres
¡Ahora sí somos una verdadera familia, estamos unidos!
Desde ese entonces todos en la familia de Claudia entendieron que las prácticas costumbristas para "corregir" a los hijos no son siempre las mejores.
Mis padres nunca más me han tratado mal
Ahora me entienden más y cuando me corrigen evitan gritarme.
Estoy muy feliz, hasta cambié mi forma de vestirme y la decoración de mi habitación.