Si, me encantaría escuchar la historia. Pero ¿Podemos hablar bajo?, mis padres no me dejan hablar con desconocidos.
Me llamo Israel, pero, ¿me podría decir quién es usted?
Cuando leíste mi nombre he viajado en el tiempo, soy Moisés. Tu nombre me recuerda a cuando liberé al Pueblo de Israel. ¿Quieres que te cuente?
Hola pequeño, ¿Cómo te llamas?
Esta bien
Todo comienza cuando en el desierto ví un arbusto que ardía y no se consumía, era Dios, que me mandó a liberar al Pueblo de Israel, luego me presenté ante el Faraón para que dejara libre a Israel y mi bastón se convirtió en una serpiente, los magos del Faraón también convirtieron sus bastones en serpientes, pero la mía las devoró.
Mi bastón transformó el agua en sangre, hubo una plaga de ranas, una de mosquitos, una peste que mataba ganado, ulceras en hombres y animales, hubo una plaga de langostas, y una última plaga donde murieron todos los primogénitos de los egipcios y sus animales.
El Faraón se negó a liberarlos, así que Dios envió plagas a Egipto.
Durante esa noche el pueblo se liberó, mientras todos los primogénitos eran exterminados, los israelitas comían cordero con panes sin levadura, y pusieron señales con sangre del cordero encima de sus puertas para que la plaga pase de largo.
Después de la plaga salimos de Egipto, hacia el mar rojo, con mi bastón abrí el mar para que el pueblo pasara, y los egipcios que nos perseguíanse ahogaron.
En el desierto el pueblo tuvo hambre y desearon haberse quedado como esclavos en Egipto, Dios hizo llover maná que tenía el sabor de la cosa que más anhelaban. El pueblo tenía sed, así que, le hablé a una roca para que nos diera agua, y en el Monte Horeb, Dios me dio los mandamientos. Finalmente fallecí antes de llegar a la tierra prometida por Dios.
¡Guau!, eso fue muy increíble.
Esa fue toda mi historia, espero que te haya gustado oírla.