Baste ya lo dicho sobre esta materia. Ahora quisiera informarte de lo demás; pero, ¿te acuerdas bien de todas las circunstancias?
¿No he de acordarme, señor?
Salgo,pues, de mi camarote y llego hasta donde ellos estaban. Me apodero de sus papeles, y tuve la osadía de abrir sus despachos, y en ellos encuentro, una alevosía del Rey. Una orden de ser importante a la tranquilidad de Dinamarca.En fin, decía: que luego que fuese leída, sin dilación, ni aun para afinar a la segur el filo, me cortasen la cabeza.