Parece que las ratoncitas siguen jugando en mi barriguita
*Slurp
*Squeak
*BURP
*Giggles
A lo mejor ellas sobrevi...
Oh no...
Oye pequeña, ¿sabías que aún tengo espacio para ti en mi pancita?
*Giggles
Solo bromeo, cumpliré mi promesa
No me comas por favor, me dijiste que no lo harías...
Bueno, no creo que a las ratoncitas les importe si me quedo con su casa... después de todo, luego serán parte de mi cuerpo
Por cierto, muchas gracias por ayudarme, se siente muy bien como estas ratoncitas se retuercen en mi vientre
Espera, ¿no te ibas a ir?
*Yawn
Pasaron unos minutos pero la hámster no oía como la gata engulló una a una a las cinco ratonas que estaban más alejadas de la puerta principal. Por eso creyó que la gata no las lograba encontrar; no obstante, la última se había escondido cerca, por eso escuchó como chilló antes de que la gata se la tragara de un sorbo, y se dio cuenta de que devoró a las demás por el ruidoso eructo que la bestia dejó salir y por el comentario que esta dijo mientras hacía unas risitas avergonzada.
Iré a tomar una siesta
¡Claro que sí! pude olfatearlas hasta sus eescondites
Ven pequeña no seas tímida, te prometo que no te morderé...
¿En serio comiste a todas las ratoncitas?
Iré al dormitorio, vaya a ser que se moleste
Así la gata se acercó donde estaba la hámster y abrió la puerta, la pequeña roedora vio que la felina tenían una panza enorme con unos bultos que se movían por eso se sintió aun peor. Entonces, la gata se sentó al lado de la hámster y le dijo que aún podía entrar en su vientre, la roedora se asustó mucho y le rogó que mantuviera su promesa, pero la gata mientras se reía un poco le dijo que era una broma.
*MEOW
En fin, te dejaré la puerta abierta por si vas a salir, pero si quieres puedes quedarte pues ahora eres mi amiga
Luego, la gata morada se levantó y se dirigió hacia el cuarto, por lo que la hámster le preguntó si saldría de la casa, a lo que la gata le dijo que se quedaría con la casa pues nadie viviría allí, además le dio las gracias por su ayuda. Esto hizo que la roedora se pusiera muy triste, la gata, notando esto, le ofreció su amista y le dijo que podía salir o quedarse si ella quería.
Vaya que eres fácil de asustar pequeña roedora, si confiaras más en mí no tendrías tanto miedo
*Giggles
¿Y ahora qué hago?
Después de que la gata se fuera al cuarto diciendo que tomaría una siesta, la hámster le preguntó si todas las ratonas estaban dentro de ella para asegurarse pero la gatita morada respondió que sí pues pudo olfatear a todas, entonces la pequeña roedora se quedó un rato en la entrada y comenzó a pensar en lo que le había dicho de que ahora eran amigas. Pero a los pocos segundos, la depredadora la llamó por lo que la hámster decidió ir a donde ella estaba.
¿En serio me dijo amiga?... probablemente me quiera como bocado
La pequeña hámster entró a la habitación oscura y fue hacia donde estaba la gata que se encontraba con los ojos cerrados por lo que creyó que se había dormido, cuando se acercó más a la felina, esta abrió sus ojos brillantes y fauces maullando ruidosamente, la roedora saltó y chilló por el susto, además se había quedado paralizada, por lo que no se podía mover aún cuando la gata iba acercando su hocico hacia ella. Entonces, la fiera le dio una breve lamida y sonrió.
*Squeak
La gatita se burló mientas le decía que debería confiar más en ella ya que no le haría daño, finalmente, bostezando, la depredadora le dijo que ya iba a dormir. Ahora que la bestia dormía, la hámster pensó si debería de ayudar a escapar a las ratonas de sus entrañas o si debería de oficialmente ser su amiga y vivir junto a ella.