Un sábado por la mañana Sofia se levanto temprano desayuno, hizo sus deberes y empezó hacer su tarea de matemáticas.
Sofia estaba realizando su tarea sin ninguna dificultad, para ella las matemáticas eran muy fáciles ya que en la primaria su maestra les enseña atreves de juegos y materiales didácticos. De repente Sofia escucho que tocaban en la puerta de su cuarto.
¿Quién es?
Soy tu abuela Sofi
Pasa
Hola abuela ¿cómo estas?
Hola Sofi, muy bien.Acabamos de llegar tu abuelo y yo. Veo que haces tarea.
Es tarea de matemáticas ya casi lo acabo
No tanto, cuando iba a la escuela nos dejaban de tarea hacer planas.
¿A ti te gustan las matemáticas abuela?
Mi maestra nunca nos ha dejado hacer planas.
Cuando yo iba a la primaria como tú, a mi me dejaban hacer planas de las tablas de multiplicar, a veces cuando tenía duda me daba miedo preguntarle al profesor porque siempre nos regañaba y en ciertas ocasiones nos pegaba con la regla o un borrador.
Que bueno que los maestros ya no son como los de antes.
Mi maestra siempre me escucha y siempre le entiendo a todo.
¡Si, vamos!
Me alegra mucho que te guste la escuela. ¿Qué dices si vamos por una rebanada de pastel?