Limpia Tu Plato y Pasa un Buen Rato (Cuentos para Niños)
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- Había una vez un niño que se llamaba Lucas. Lucas no era hijo único. Él era parte de una familia grande con muchos hermanos y hermanas. Le encantaba pasar su tiempo con todos ellos porque hacían de todo con muchas ganas y destello.
- Lucas hacía lo que fuera con sus hermanos y hermanas: cantaban, jugaban, y también trepaban, siempre divirtiéndose y riéndose.
- Un día su hermano mayor Mateo tenía un montón de amigos en la casa y se les ocurrió que deberían bailar un poco de salsa. Los amigos de Mateo le pasaron la voz a Lucas para que fuera a bailar con ellos.
- Boom Boom Boom
- Encantado, Lucas corrió hasta la sala para bailar un poco de salsa.
- La música tocaba y todos bailaban la bamba. Bailaron por allí, bailaron por allá hasta que en un instante oyeron “¡Chicos a comer!” Y todos fueron a la cocina para comer y beber.
- Cenaron rapidísimo para poder seguir bailando y bailando. Mientras todos terminaban y regresaban a la sala, a Lucas le faltaba terminar sus vegetales.
- Lucas intentó irse sin terminar toda su comida pero su mamá le dijo “No, no, no Lucas… si tú quieres ir a la sala con los amigos de tu hermano tienes que terminar tus vegetales antes de que bailes.” “¿Y si no termino mamá?” “Bueno pues hijito, si no terminas te quedarás allí en ese banquito hasta que te comas todos esos vegetalitos.” Entonces, Lucas se quedó allí sentadito porque no terminaba su comidita.
- Pobre Lucas sentado y pensando, deseando estar en la sala con todos meneando. Escuchaba el boom boom boom de la música en el otro cuarto y la única cosa que lo mantenía a su lado era sus vegetales aislados en su plato.
- Mateo entró a la cocina para sacar bebidas mientras los demás bailaban y vio a su hermano allí sentado con su plato de vegetales.
- “Lucas, ¿qué sigues haciendo aquí? Ya deberías haber terminado.” “Lo sé hermano, pero no me gusta comer vegetales”. Y Mateo se le acercó a Lucas y le dijo…
- “Sabes qué hermano mío, te voy a decir algo que aprendí cuando era chico como un maní. Sabía que los vegetales eran buenos para la salud y para hacerte fuerte pero no me gustaba comerlos. Perdía horas sentado mirándolos, hasta que me di cuenta que nuestra mamá no nos dejaba pararnos de la mesa hasta que termináramos todo lo que estaba en nuestro plato. Entonces me dije si quiero hacer lo que me da la regalada gana, tengo que terminar todo lo que está en mi plato.”
- “¿No te diste cuenta que todos mis amigotes terminan su comida súper rápido? Es para que podamos regresar a hacer lo que querramos. Entonces hermano mío si tú no quieres comer los vegetales porque son buenos para tu salud, entonces cómelos para poder seguir divirtiéndote con todo el mundo.”
- Y en ese instante Lucas pensó que su hermano tenía toda la razón. A Lucas le encanta estar haciendo una variedad de cosas entonces entendió que le convenía más terminar toda su comida rápidamente para poder seguir divirtiéndose y riéndose.
- Entonces, Lucas se comió sus vegetalitos muy rapidito y salió a seguir bailando el meneíto. Y desde ese entonces, Lucas comía rápido toda su comida para poder seguir haciendo la actividad que estuviera haciendo en ese momento.
- Y colorín colorado este cuento ha terminado.
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