No se preocupe, la cite para darle este presente que dejo mi esposa para usted.
Disculpe señor, la verdad es que fui muy feliz en esta casa y me apena mucho lo sucedido
Como me sentía tan orgulloso de ser también tu esposo
Gilbert Clandon, se encontraba en el dormitorio de su esposa leyendo una carta junto con un broche de perlas que había dejado su esposa para su secretaria.
No me había dado cuenta de cuanto tiempo pasaba a solas
Después Gilbert cito a la señorita Miller para darle el presente que dejo su esposa para ella y darle la despedida.
Recuerdo cuando Angela me dijo que se sentía inútil, que estaba ociosa y quería tener sus propias preocupaciones.
La señorita Miller se había ido.Gilbert siguió leyendo el diario que había dejado su esposa para él como un legado.
¿Quién es B.M?
Habían pasado unos años y Gilbert al ver el diario en el escritorio decidido leer uno de los capítulos.Pasó rápidamente la vista por más páginas, llenas de trivialidades, de las insignificantes, felices y cotidianas trivialidades que formaban la vida de Angela.
Gilbert cada vez mas metido en el diario siguió leyendo, dándose cuenta de todo lo que sentía Angela.
Gilbert perdió interés en el diario. Había anotaciones que nada significaban para él. Hasta que se dió cuenta que Angela mencionaba a un tal B.M.