Don Quijote y Sancho estaban en Montiel Field, cuando descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento.
Ves al amigo de Sancho, esos gigantes con los que tengo la intención de luchar y quitar la vida de todos y su botín comenzará a enriquecernos.
Mira, tu adoración que estos no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que parecen armas en ellos son cuchillas, que hacen que el molino se vaya con el viento.
No huyan cobardes, porque es solo un caballero el que los apresura.
Esta será una famosa aventura. Deben haber secuestrado a la princesa en el carruaje.
Fueron a Puerto Lápice y vieron que en el camino había dos frailes de la orden de San Benito. Detrás de ellos venía un carruaje. Una señora de Vizcaya iba en autocar a Sevilla, donde se iba a América.
Ya te dije Sancho, sabes poco de aventuras.
Esto será peor que los molinos de viento. Mira, esos son frailes de San Benito, y el carruaje debe ser de algunas personas transitorias.
Pueblo diabólico, deja a las princesas en ese carruaje, si no lo haces, prepárate para recibir la muerte, como castigo por tus malas acciones.
Señor caballero, somos dos religiosos de la orden ...
Sin esperar respuesta, atacó al primer fraile, mientras que el segundo comenzó a correr con su mula. Sancho comenzó a quitarse los vestidos del otro fraile, como el botín de la batalla que su señor había ganado.
¿Has visto a un caballero más valiente que yo en toda la tierra? ¿Has leído historias de otro que tienen más valor que yo?