Entrando Calisto en una huerta en pos de un halcón suyo, halló allí a Melibea, de cuyo amor preso, comenzole de hablar.
2. ¿En qué, Calisto?
3. Perfecta hermosura te dotase y hacer a mí, inmérito, tanta merced que verte alcanzase y en tan conveniente lugar que mi secreto dolor manifestarte pudiese.
1. En esto veo, Melibea, la grandeza de Dios.
3. Pues aun más igual galardón te daré yo, si perseveras.
1. ¿Por gran premio tienes esto, Calisto?
2. Téngolo por tanto en verdad que, si Dios me diese en el cielo la silla sobre sus santos, no lo tendría por tanta felicidad.
4. ¡Oh bienaventuradas orejas mías, queindignamente tan gran palabra habéis oído!
1. Más desaventuradas de que me acabes de oír, porque la paga será tan fiera cual merece tu loco atrevimiento.
2. ¡Vete! ¡Vete de ahí, torpe! Que no puede mi paciencia tolerar que haya subido en corazón humano conmigo .
3. Iré como aquel contra quien solamente la adversa fortuna pone su estudio con odio cruel.
Calisto esta en busca de Sempronio
¡Sempronio,Sempronio, Sempronio! ¿Dónde está este maldito?
3. Abatiose el gerifalte y vínele a enderezar en el alcándara.
1. Aquí soy, señor, curando de estos caballos.
4. ¡Asílos diablos te ganen!¡Anda,anda, malvado! Abre la cámara y endereza la cama.
2. Pues, ¿cómo sales de la sala?
1. Señor,luego hecho es
3. ¿Qué cosa es?
2. Cierra la ventana y deja la tiniebla acompañar al triste y al desdichado la ceguedad. Mis pensamientos tristes no son dignos de luz.
4. ¡Vete de ahí! No me hables. El tiempo de mi rabiosa muerte mis manos causarán tu arrebatado fin.