Mi visión de la ética se basa en la ley natural, que refleja el orden intrínseco impreso por Dios en todas las cosas. La felicidad, en mi opinión, reside en la unión con Dios y en vivir de acuerdo con su propósito para nosotros.
Aunque difiramos en nuestras interpretaciones, veo que todos buscamos la verdad y la virtud en nuestras propias formas. Pero, ¿qué es la felicidad? ¿Cómo creen que podemos alcanzarla?
Para mí, la felicidad (eudaimonía) es el resultado de vivir una vida virtuosa y plena. Se trata de desarrollar nuestras capacidades y potencialidades para llevar una vida de razón y excelencia. Alcanzamos la felicidad a través de nuestras acciones y elecciones conscientes.
Parece que todos compartimos la idea de que la búsqueda de la verdad y la virtud es esencial para alcanzar la felicidad duradera. Aunque nuestras perspectivas difieren en algunos aspectos, creo que nuestras visiones enriquecen el diálogo filosófico y nos ayudan a acercarnos más a una comprensión profunda de la realidad y el propósito humano.
Estoy de acuerdo en que la felicidad está en vivir una vida virtuosa y en sintonía con el propósito divino. La verdadera felicidad se encuentra en la comunión con Dios y en la vida eterna. Nuestra búsqueda de felicidad en esta vida debe ser guiada por principios morales y espirituales.