Empecemos por lo más básico. ¿Recuerdas cuándo aprendiste sobre los colores primarios y secundarios en la escuela? Bueno, ya sabes algo sobre la teoría del color. Los primarios son el azul, el rojo y el amarillo; los secundarios , el anaranjado, el verde y el morado.
La mezcla del rojo y el amarillo crea el naranja; la del amarillo y el azul, verde; o la de azul y el rojo, morado. Si mezclamos estos colores, obtenemos aún más tonos, como el rojo anaranjado y el verde lima. En conjunto, todos los colores de los que hablamos anteriormente conforman el círculo cromático o rueda del color.
Con la fórmula análoga se eligen los colores que se siguen uno al otro en la rueda, como rojos y anaranjados, o azules y verdes
Una paleta tetraédrica forma un rectángulo en el círculo, por lo cual no usa uno, sino dos pares de colores complementarios. Esta fórmula funciona mejor si dejas un color como dominante y los otros tres como auxiliares.
Los colores complementarios son opuestos uno al otro en la rueda. Por ejemplo: azul y naranja, o el clásico rojo y verde. Para evitar que la paleta te quede muy simple, puedes agregar tonos más claros, oscuros o con poca saturación.