Me gusta el fútbol. Voy a inscribirme para el campeonato.
Zoé es una chica a la que le gusta el deporte. Pero su deporte favorito es...
Su mamá la apoya, y decide acompañarla para que se inscriba en el campeonato...
¡Qué bien, Zoé! Vas a ver que lo lograrás. Yo te acompaño a la inscripción.
Mamá, quiero participar en el campeonato de fútbol, Iré a inscribirme.
Cuando estaba realizando su inscripción, pasó un problema, no le permitieron por la razón de...
Lo lamento mucho, no puede inscribirse porque es niña y quizá no sepa jugar.
De verdad deseaba jugar.
Eso es injusto, no solo por ser niña significa que no sabe jugar.
Quisiera entender, pero en realidad no lo hago, porque es un deporte neto para varones y pienso que deberías buscar uno que vaya con tu género.
Zoé y su mamá tratan de buscar una solución, pero…
Usted está equivocado, ¿hay alguien aparte con quien puedo hablar?
Sí, por favor, yo quiero estar inscrita en esto.
Lo siento, no hay nadie más que la atienda, señora.
No puedo creer que no me den alguna solución correcta, ¿de verdad no se puede hacer algo más?
Estoy demasiado molesta por este sistema, en el que por ser mujer estamos limitadas a realizar cosas que nos gustan.
Es inaceptable que en pleno siglo 21 aún haya restricciones de sexo, eso solo trae como consecuencia desigualdad de género y a la larga, un estancamiento como país.
No podemos hacer nada más, ya que aquí solo vienen varones a inscribirse y no se puede abrir un espacio para mujeres.
Déjeme mostrarle lo que puedo hacer, es parte de mis derechos.