Stalin es el gran creador de la versión totalitaria y nacionalista del marxismo, sin ser un teórico, ni mucho menos. En realidad, fue el menos intelectual de todos los bolcheviques que protagonizaron la Revolución Rusa.
La primera consecuencia del estalinismo fue la eliminación de los posibles rivales de Stalin. El principal enemigo fue sin lugar a dudas Trotsky porque era el más brillante entre sus antiguos camaradas revolucionarios y por su teoría de la revolución permanente e internacional
comenzaron las purgas internas, motivadas por el deseo de Stalin de terminar con cualquier tipo de disidencia o crítica interna, unido a una verdadera obsesión enfermiza que le hacía ver conspiraciones en todas partes. Se dieron tres oleadas de depuraciones. Las dos primeras, desarrolladas en 1933 y 1934
Una vez que la planificación económica comenzó a dar sus frutos y el régimen contaba con un apoyo mayoritario entre la población parecía que se entraría, a comienzos de la década de los años treinta, en una etapa de mayor tranquilidad en todos los ámbitos pero, a partir de 1933 se desató una profunda crisis dentro del Partido Comunista.