Las diásporas están cambiando tanto los países de destino como los de origen y queremos saber qué necesita esta comunidad para que puedan crecer, emprender y desarrollarse
La Unión Africana define a la diáspora como ‘gente de origen africano que vive fuera y tiene el deseo de contribuir al desarrollo del continente y la creación de la comunidad
En el aula dos de la decimosegunda planta del nuevo y moderno edificio de la universidad IE Business School, en Madrid, se respira un ambiente de ilusión, emoción y nerviosismo. Al entrar, una docena de personas, ocho de ellas mujeres, intercambian tarjetas de presentación y cuentan cuáles son sus proyectos y motivaciones.
Como jordana en España, esta iniciativa es importante para mí, ya que formo parte de la diáspora, la arábiga, en este caso
Irene Milleiro, directora para España de Ashoka, una fundación que comenzó en Estados Unidos en los años noventa con la intención de identificar y ayudar a emprendedores y cofundadores del proyecto de líderes de la diáspora africana, aclara que hasta ahora habían tenido una “mirada cerrada”. No habían caído en contar con la perspectiva de personas que no viven en su país de origen.
El perfil de las lideresas es variado y entre ellas están Armando Buika, actor y fundador de The Black View...
Quaison añade a la idea de Milleiro:
Aquellos que migran desde el sur del Sáhara son ‘el otro’, mientras que los ucranios han entrado dentro del ‘nosotros’, blancos, europeos y próximos a nosotros
Njoud Mashouka fue alumna de Grace Aluoch en la universidad IE y realizó sus prácticas en Ashoka, esta dice con ilusión: