Porfirio Díaz inicia su primer mandato presidencial meses después de vencer a Lerdo de Tejada en 1876.
El ultimo fue en 1911, cuando estalló la revolución, el castillo abandona el poder y sale rumbo el exilio.
El congreso del Estado de Oaxaca le dio la hacienda de La Noria y lo apoyó para presidente de México.
En el aspecto laboral, las condiciones de los trabajadores mexicanos eran miserables, los salarios estaban entre 17 centavos y 2.50 pesos diarios.
Se impulsa el denominado teatro chico mexicano donde se realizaban sátiras políticas y sociales y que generaron grandes impactos en todos los estratos de la sociedad.
Díaz comenzó a preparar su próxima rebelión después de que Juárez muriera en 1872, y el presidente Sebastián Lerdo de Tejada, fuera nombrado presidente del país.
Se logró el crecimiento de la minería, la electricidad, el petróleo y la construcción de ferrocarriles.
En 1876 Díaz se rebeló con su Plan de Tuxtepec, buscaba destruir al gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada exigiendo la no reelección y libertades municipales.
Su rebelión tuvo éxito y se convirtió en presidente en 1876, manteniéndose en el poder hasta 1880.
Madero publicó el libro la sucesión presidencial en 1910, propuso crear un partido político que se opusiera a la reelección de Diaz.