!Vamos a destruir el Templo de los judíos! Roma tomará el control mundial.
Inicio del Ataque y Destrucción.
!Ataquen lo más rápido posible!
¡Necesitamos demostrarles a esos judíos que somos más fuertes que ellos!
¡Tenemos más armamento y llegamos por sorpresa!
Entrada a Yerushalaim, Capital de Judea.
¡Entren a Yerushalaim y destruyan ese hermoso templo judío. Maten a todos los Yehudim que encuentren!
¡Prendamos más fuego para acabar con esas murallas!
¡Somos más que ellos
En el 66 d.C., la población judía se rebeló en contra del Imperio Romano. Cuatro años después, en el año 70 d.C.,las legiones romanas bajo las órdenes del emperador Tito Flavio Vespasiano querían iniciar la reconquista de Yerushalaim.
La Lucha de Poderes.
¡Yerushalaim será nuevamente del Imperio Romano! ¡Ríndanse antes de que acabemos con ustedes!
¡No tienen el derecho de irrumpir en nuestra ciudad que nos pertenece! ¡Aparte que deben respetar nuestro sagrado Beit Hamikdash!
Iniciaron el ataque para lograr la reconquista de Yerushalaim, su misión principal y precisa eraacabar con la rebelión de los judíos contra Roma, por ello, Titoquedó al mando de cuatro legiones: la V Macedónica, la X Fretensis, la XV Apollinaris y la XII Fulminata.
La Entrada al Beit Hamikdash.
¡Hemos triunfado! Destruyan el templo, quemen los libros religiosos que encuentren y roben todo lo que vean de valor.
En total, conformaban unos 60,000 hombres, entre legionarios,jinetes, tropas auxiliares, ingenieros e innumerable personal.A pesar de que Jerusalem estaba fortificada por tres murallas y se encontraba en ella el palacio de Herodes, sin embargo, su foco principal era destruir el hermoso Beit Hamikdash reconstruido por segunda vez.
La Destrucción Final.
¡Esta ciudad no es indestructible!
Dentro de la ciudad habían dos murallas que separaban la Ciudad Nueva de la Antigua, la cual estaba situada al lado del Templo, su objetivo principal.Los lados occidental, sur y oriental eran prácticamente imposibles de franquear, por los valles y muros que se encontraban a su alrededor.
¡Esperen que entremos, destruiremos absolutamente todo!
¡Lucharemos por defender Yerushalaim!
A pesar de que en la ciudad eran fuertes varios grupos de zelotes, una corriente de judíos exaltados que propugnaban desde hacía décadas la rebelión contra el poder romano, no pudieron contra ellos y tomaron la ciudad, destruyendo el Segundo Templo.
¡Sabía que ganaríamos esta batalla!
¡Inmediatamente señor, haremos lo que nos ordene!
Lastimosamente, la destrucción del Segundo Beit Hamikdash fue una de las múltiples tragedias sucedidas el 9 de Av. A pesar de que los Yehudim lucharon con todas sus fuerzas hasta el final, nuestra querida Yerushalaim quedó destrozada, sin poder llegar a un acuerdo con los romanos.
Somos los pocos que quedamos. ¡No pudimos contra los romanos! ¡Nos han dejado sin nada!
¡Espero que Hashem nos permita reconstruir el Tercer Templo con la llegada del Mashiaj!