Rosaura fue a la casa de su amiga, para conversar sobre lo que sentía y quería conocer su opinión...
Luciana vine a hacer los deberes y también a preguntarte: a vos te gustan los yo-yo?Porque a mi me encantan.
Si, me encantan los yo-yo.Yo quería uno para mi, no me anime a pedirle a mi mamá.
Luciana te voy ayudar, pero sabes que no estoy de acuerdo con eso, nada de hacer diferencias.
Varios años después Luciana estudiaba en la Universidad, pero para Rosaura no era todo tan fácil, debía seguir ayudando a su madre mientras estudiaba.
¿Podríamos cambiar las bolsitas y sus obsequios.? Dejar que cada uno elija lo que quiere llevarse.
En ese momento Rosaura comenzaba a entender lo que sucedía a su alrededor, como decía su mamá se creía todas las pavadas.
Rosaura te llame para que me ayudes a armar los cumples de la parroquia.Prepare las bolsitas para las nenas y los nenes.
Nosotras no somos las que vamos a cambiar las costumbres. Es cosa de los hombres .
Eso no Rosaura, la tradición es así
Cinco años después Rosaura y Luciana recordaban ese cumpleaños, entretanto aparece Camilo a invitarlas a la marcha.
Si, lo quería y lo quiero.
Buenas, ¿vamos a la marcha?Tienen que estar preparadas, tal vez nos corran las fuerzas...
Luciana recuerdo ese cumple tuyo, donde tu mamá entregaba pulseras y yo-yo.
Tal vez pueda hablarlo con Camilo, él y su familia piensan distinto.
No empieces con tus cosas de querer tener un yo-yo, eso no era para vos, y sabes bien que no podemos hablar de eso, si me escuchan mis padres estaremos en problemas.
Yo, si me acuerdo. Y que estabas un poco desconforme, querías el yo-yo