Érase una vez, en un reino lejano, donde había una princesa llamada Blancanieves que vivía con madrastra y un día le preguntó a su espejo:
Espejito, espejito... ¿Quién es la más bella del re¡no?
Tú eres la más bella...
Pero un día, el espejo dijo que Blancanieves era la más bella. La reina tomó conciencia de que esto era cierto y llamó a su cazador:
¡Tráeme el corazón de Blancanieves!
Pero es la princesa, majestad
El cazador lleva a Blancanieves a recolectar unas flores, se abalanza hacia ella para matarla, pero no puede hacerlo:
Princesa, huya la reina quiere que la mate para ser la más hermosa.
Blancanieves asustada huyó y se topó con una casa en medio del profundo bosque, como estaba muy cansada, decidió quedarse un rato:
Que linda casita. ¿Hola? ¿Puedo entrar?
Qué camitas tan pequeñas, debe de haber 7 niños...
Cuando ya había oscurecido, regresaron los dueños de la cabaña. Eran siete enanos que cavaban y extraían oro y piedras preciosas en las montañas y observaron que alguien había estado en la cabaña, pues las cosas no se encontraban en el mismo lugar:
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Blancanieves y los enanos hicieron un trato, si ella les limpiaba, cocinaba, tendía sus camas, lavaba y tejía, se podía quedar el tiempo que quisiera: